Si bien el reciclaje es una tarea que en el medio ambiente se realiza de forma natural como parte de los procesos biológicos, normalmente solemos pensar que el reciclaje es algo muy moderno y que solo es posible gracias a las nuevas tecnologías y procesos, aunque lo cierto es que este se ha realizado a lo largo de toda la historia de la humanidad.
En la prehistoria era habitual la reutilización de útiles y herramientas debido a la falta de recursos y la dificultad de su creación.
Ya en el Paleolítico Superior (hace entre unos 15.000 años) la transformación del metal, la madera y la piedra por el ser humano hace que estos elementos no sean asimilados por la biosfera de la misma forma en que lo harían si se encontraran en la naturaleza. Por tanto, la reutilización de herramientas, especialmente de utensilios domésticos, resultaba una tarea bastante común. Este “reciclaje” permitía a estos humanos tener una mayor disponibilidad de recursos, lo que a su vez implicaba una menor necesidad de desplazamiento para su obtención.
No podemos hablar de reciclaje sin hablar de basura. Hace 5.000 años, en Grecia, podemos encontrar el primer vertedero. Hace 4.000 años que se comenzaron a realizar los primeros procesos de reciclado de bronce en la antigua China. Más o menos a simultáneamente, en Egipto, se comenzó a reciclar papiro, que era un artículo de lujo. Y unos 1.000 años después podemos encontrar restos de reciclaje de vidrio en el actual Líbano. Si bien no hay mucha información al respecto podemos encontrar ejemplos como estos a lo largo de toda la historia de las grandes civilizaciones.
Más recientemente no podemos olvidar tampoco la reutilización de materiales, como por ejemplo piedra de origen romano, para la realización de nuevas construcciones durante la época medieval.
Ya en épocas más actuales podemos ver que tras la revolución industrial y debido a la facilidad de procesar y transformar las materias primas, el reciclaje y la reutilización pasaron a formar parte únicamente de épocas con escasez de recursos: por ejemplo, durante las guerras se fundían todo tipo de objetos cotidianos para la fabricación de armas.
No sería hasta mediados del siglo XX cuando el reciclaje, unido al nacimiento de los movimientos ecologistas, renace para quedarse, formando una industria rentable en sí misma en la que la tecnología aporta nuevas soluciones a los retos presentes.